Transitar a una Economía Circular significa cambiar la forma en la que vemos, escuchamos, pensamos, hablamos y actuamos.
Se trata de inspirarnos en la naturaleza, sus ciclos y flujos de energía.
Pensar en Economía Circular es identificar, diseñar y sostener sistemas de ideas, comunidades, empresas, gobiernos y lugares por medio de la colaboración.
La Economía Circular también es recuperar, remanufacturar, revalorizar y reciclar las narrativas: Ya no hablamos de basura, hablamos de residuos, hablamos de rehacer, hablamos de manera circular.
La Economía Circular debe ser de todos, empresas, gobierno, pero sobre todo de la gente, de las comunidades.
Seis certezas de la Economía Circular.
UNA
No hay residuos, solo alimento.
Como en la naturaleza, en la Economía Circular no hay desperdicios.
Un árbol caído, el cadáver de un animal, todo en la naturaleza se convierte en el alimento de algún ser vivo. En una Economía Circular los insumos se convierten en productos y luego en residuos valorizables que se reintegran al proceso productivo.
Por eso queremos productos hechos con materiales reciclados, que duren más o que puedan reutilizarse, con empaques biodegradables o que puedan reciclarse, productos que podamos reparar, remanufacturar y consumir de manera sostenible.
DOS
De la diversidad surge la resiliencia
Como los sistemas vivos, en donde participan una gran variedad de organismos, los sistemas en la Economía Circular son diversos: las comunidades, empresas u organizaciones obtienen más valor al compartir fortalezas y obtener recursos de un acervo más amplio. Este tipo de sistemas responden mejor a eventos disruptivos porque de la diversidad surge la resiliencia.
TRES
Hacia las energías renovables
Como todo en la naturaleza, la Economía Circular se nutre, funciona y se dirige ahí donde están las energías renovables.
CUATRO
Sistemas, sistemas, sistemas
Como en los sistemas naturales. En la Economía Circular muchos actores crean flujos eficientes de información y recursos, impulsados por energías renovables.
Transitar a la Economía Circular es trabajar en equipo, colaborar y diseñar sistemas que cierren el ciclo de los materiales que consumimos, para que se reintegren a los procesos productivos o a la tierra.
CINCO
No hay tiempo que perder
Polvo somos y en composta nos convertiremos, lo que no nos mata nos alimenta. Los estragos del cambio climático y la extinción masiva de especies son un llamado al que urge responder. Impulsar la Economía Circular es más fácil si se tiene, además, la fundada certeza de que es la manera más sensata de salvar el planeta y obtener mayores beneficios sociales, económicos y ambientales para todos.
SEIS
Las personas y su entorno son lo más importante
El tránsito a una Economía Circular debe tener como dirección y sentido el beneficio de las comunidades y su entorno. En la actualidad cientos de empresas en el mundo están incorporando prácticas y procesos de Economía Circular, pero prevalecen la lógica financiera y el posicionamiento de marca como los ejes de sus acciones en ese sentido. La Economía Circular debe ser de la gente, incluyente y con perspectiva de género, o no alcanzará la magnitud del cambio que necesitamos para evitar la catástrofe ambiental, económica y social.
Fotos: Alberto Nava