Empleos, eficiencia en el uso de recursos y economía circular en México

Un texto de Cristina Cortinas[1]

 A qué obedece este artículo

Está en proceso de aprobación para su publicación la Ley General de Economía Circular con la intención expresada a continuación[2] que, entre otros, busca minimizar el desperdicio de materiales, mantener el mayor tiempo el valor de los productos, reducir a un mínimo la generación de residuos, así como impulsar la creación o fortalecimiento de fuentes de ingresos y de empleos. Por estas razones este artículo, como el anterior de esta serie[3], tiene el propósito de llamar la atención sobre la importancia de vincular esta Ley con la Ley de Economía Social y Solidaria, a fin de que se creen bases sólidas para facilitar a las diversas organizaciones que integran el Sector Social de la Economía contribuir a los fines antes señalados y no solo a quienes tradicionalmente se han dedicado de manera informal a la recuperación de materiales valorizables (pepenadores).

Intención del Senado al avalar el dictamen de la Ley General de Economía Circular

Para cumplir con las políticas de cero residuos y promover la transición hacia una cultura de mayor sustentabilidad, el Senado de la República avaló expedir la Ley General de Economía Circular que tiene como objetivo reducir el impacto ambiental derivado de las actividades económicas y minimizar el desperdicio de materiales.

El dictamen avalado en lo general con 87 votos a favor y cero en contra, busca también que el valor de los productos, materiales y recursos se mantengan vigentes dentro del ciclo económico durante el mayor tiempo posible, para así reducir al mínimo la generación de residuos.

Asimismo, impulsa e implementa el desarrollo tecnológico para el reciclaje, la reutilización y el rediseño de productos basado en un esquema de Economía Circular, como una estrategia para reducir la entrada de los materiales vírgenes como la producción de desechos.

Al fundamentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, señaló que dicho ordenamiento representa la transición hacia un modelo económico sustentable, con el que se reducen los gases de efecto invernadero y muchos de los contaminantes que hoy afectan al planeta.

El legislador explicó que la economía circular no sólo genera beneficios ambientales, sino también beneficios económicos, mayor innovación tecnológica, ahorro neto de costo de materiales, así como creación de empleos, fortalecimiento a la competitividad y al crecimiento económico sustentable.

Situación del empleo y fuentes de ingreso en tiempos de pandemia COVID-19

En el artículo anterior de esta serie se planteó en qué medida la pandemia COVID-19 ha impactado al empleo y a la operación de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), información indispensable para que la Ley General de Economía Circular se constituya en una vía para aliviar este problema.

Lo que la Ley General de Economía Circular debe tomar en cuenta

Impactos distributivos del COVID-19 en México[4] Como resultado de la pandemia, tanto la proporción de hogares con un ingreso laboral menor a la línea de pobreza extrema como la de hogares sin ningún ingreso laboral llegaron a sus máximos históricos.

La recuperación a finales de 2020, sólo había permitido a los cincuentiles más altos de la distribución regresar a niveles de ingreso similares a los de antes de la pandemia.

La recuperación de ingresos se sostiene en un patrón de recuperación de empleo en donde los grandes ausentes son los empleos ubicados en el segmento intermedio de la distribución de ingreso laboral.

Impactos de la pandemia en mujeres jefes de familia[5] Desde el año 2000 hasta el 2020 se ha incrementado el porcentaje de jefatura femenina en el hogar, del 21% al 33%, a pesar de lo cual México tiene una proporción baja de mujeres en la Población Económicamente Activa (PEA), dado que, en el último trimestre del 2019, antes de la pandemia, México registraba 45.4% de mujeres trabajando o disponibles para trabajar. Derivado de la contingencia sanitaria, las mujeres fueron las más afectadas, al reportarse mayor pérdida de empleo durante el 2020, principalmente de aquéllas que se ubican entre los 30 y 64 años.
Impactos de la pandemia en la demografía de los negocios[6] De los 4.9 millones de establecimientos del sector privado y paraestatal registrados en los Censos Económicos 2019, 99.8% pertenecen al conjunto de establecimientos micro, pequeños y medianos. De ellos, el EDN 2020 estima que:

1 millón 10 mil 857 establecimientos (20.81%) cerraron sus puertas definitivamente,

De mayo de 2019 a septiembre de 2020 se tiene una disminución de unidades económicas de -8.06 por ciento,

Por tamaño de establecimiento, se observa que los pequeños y medianos tuvieron un mayor porcentaje de cierres definitivos (21.17% de muertes) en comparación con los establecimientos micro que tuvieron 20.80 por ciento de muertes,

La mayor proporción de muertes se registró en establecimientos de Servicios Privados no Financieros (24.92%), Comercio (18.98%) y Manufacturas (15 por ciento).

El reto del sector rural de México ante la pandemia Covid-19[7] La población rural, que integra al sector agrícola, representa 20 % del total -24 millones de habitantes- de la población y es el generador de alimentos bienes y servicios ambientales para el consumo local o de exportación.

En el medio rural es donde más se acentúa la desigualdad, discriminación, carencias en educación, en oportunidades laborales y desarrollo personal entre sus pobladores, aspectos que la pandemia de la Covid-19 vino a recrudecer, por lo que la pobreza extrema, de ingresos y laboral tenderá a aumentar durante el año 2020 ya que se alteró el orden económico y social además de quedar al descubierto las debilidades, carencias e ineficiencias en cuanto a infraestructura, capacidad económica, sanitaria y de reacción.

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) menciona que el empleo en el campo representa alrededor de 14 % del empleo nacional y, por efectos de la Covid-19, se estima una pérdida de 20 % en el sector rural; es decir, 200 000 empleos por cada punto del PIB.

 

México, País de niños y jóvenes con los que estamos en deuda

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, México contó con una población de 126,014,024 personas, de las cuales alrededor de 38.3 millones son jóvenes en edad productiva (con un promedio de 27 años) y 31.8 millones son niñas y niños de 0 a 14 años.

Estas cifras debieran llevarnos a una profunda reflexión acerca de cómo la economía circular en México debe poner al centro de la atención a nuestros niños y jóvenes, cuyo presente y futuro se encuentra comprometido.

Esto último, debido a los numerosos años de aplicación de un sistema económico lineal injusto, que ha propiciado no solo un deterioro grave del Planeta, sino acrecentado la pobreza, el hambre, la desigualdad, el empleo informal y la falta de empleo; lo que se ve reflejado en el bajo Índice de Desarrollo Humano que caracteriza a un gran número de municipios, por los pobres niveles educativos, servicios de salud y oportunidades de empleo.

De manera que la Ley General de Economía Circular debiera convertirse en un verdadero instrumento de transformación, que atienda de raíz las causas de esta situación y sirva a los intereses de la mayoría de nuestra población y no al de algunos cuantos. Lo cual motiva a proponer la vinculación de esta Ley con la Ley General de Economía Social y Solidaria, centrada en las personas y en promover la creación de empleos dignos para el Sector Social de la Economía que abarca organizaciones diversas y no solo a un grupo social particular dedicado a la pepena al que sin duda hay que apoyar para que se supere y se profesionalice.

Lo anterior, sin dejar de lado la protección, conservación y regeneración de nuestros recursos naturales, debida cuenta de que somos un país megadiverso que está perdiendo aceleradamente su biodiversidad.

Organizaciones del Sector Social de la Economía a considerar al impulsar empleos

De conformidad con el Artículo 3º de la Ley de Economía Social y Solidaria, el Sector Social de la Economía es el sector de la economía a que se refiere el párrafo octavo del artículo 25 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual funciona como un sistema socioeconómico creado por organismos de propiedad social, basados en relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano, conformados y administrados en forma asociativa, para satisfacer las necesidades de sus integrantes y comunidades donde se desarrollan.

De conformidad con esta Ley, los siguientes organismos conforman el Sector Social de la Economía y dados los impactos económicos y sociales que ha tenido en ellos la pandemia COVID-19, que agravan problemas estructurales que ya les afectaban, se considera indispensable que la Ley General de Economía Circular para México, aborde la forma en que les facilitará su participación en las actividades productivas destinadas a mantener abiertos los ciclos de vida de los recursos: materiales, agua, energía, así como a lograr el aprovechamiento sustentable, la conservación y regeneración del suelo y la biodiversidad.

Organismos que integran el Sector Social de la Economía

I. Ejidos;

II. Comunidades;

III. Organizaciones de trabajadores;

IV. Sociedades Cooperativas;

V. Empresas que pertenezcan mayoritaria o exclusivamente a los trabajadores; y

VI. En general, de todas las formas de organización social para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios

Propuesta para incorporar al Sector Social de la Economía en la Ley General de Economía Circular

Por esta vía, se invita a los legisladores y a todos los grupos de interés, a dialogar en un Parlamento Abierto con el propósito de abordar la forma en la que la Ley General de Economía Circular se vincule con los propósitos de la Ley General de Economía Social y Solidaria, para impulsar negocios y empleos bajos en emisiones de carbono, que atiendan a las necesidades del Sector Social de la Economía, lo que por ahora no se ve reflejado en la iniciativa aprobada en el Senado. Ello, con la debida consideración a la demanda de empleo de los jóvenes y madres jefes de familia.

 

[1] Presidenta de la Fundación Cristina Cortinas y Red Queretana de Manejo de Residuos, Asociaciones Civiles sin fines de lucro. Para mayor información sobre el tema consultar las páginas: www.cristinacortinas.org y www.fundacionccortinas.org

[2] Senado avala por unanimidad expedir Ley General de Economía Circular. 18 de Noviembre de 2021. https://www.canaldelcongreso.gob.mx/noticias/14772/Senado_avala_por_unanimidad_expedir_Ley_General_de_Ecnoma_Circular

[3] Ver artículo intitulado “A qué tipo de país debe responder la Ley General de Economía Circular”, disponible también en la página: www.cristinacortinas.org

[4] Luis Monroy-Gómez-Franco (2021). Los impactos distributivos del COVID-19 en México. Un balance preliminar. https://ceey.org.mx/wp-content/uploads/2021/04/01-Monroy-Gómez-Franco-2021.pdf

[5] Ariadna Razo (2021). Jefas de familia aumentaron 12 por ciento en 20 años. https://www.gaceta.unam.mx/jefas-de-familia-aumentaron-12-por-ciento-en-20-anos/

[6] https://inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2020/OtrTemEcon/ECOVID-IE_DEMOGNEG.pd

[7] Julio Vilaboa-Arroniz, Diego Esteban Platas-Rosado y Pedro Zetina-Córdoba (). El reto del sector rural de México ante la Covid-19. Rev. mex. cienc. polít. soc vol.66 no.242 Ciudad de México may./ago. 2021 Epub 25-Oct-2021.

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185-19182021000200419&script=sci_arttext

 

Foto: Alberto Nava